¿Dónde llevo al escolta?
¿Dónde llevo al escolta?
El pase de dos a un escolta obliga a ediles del PSE y PP a modificar su vida cotidiana. Concejales de ambos partidos están en desacuerdo tanto con las formas como con el fondo de una medida «prematura»
¿Dónde llevo al único escolta que me ponen, en mi propio coche o de 'paquete' si voy en moto? Ésta es una de las preguntas que se hacen ediles del PSE y el PP que se verán obligados a adaptar su vida cotidiana si pasan de tener dos guardaespaldas a uno y se les retira el vehículo oficial. Esta medida fue ratificada esta pasada semana por el ministerio y el departamento vasco de Interior, debido a la actual situación de tregua y los más de dos años sin atentados. Los gobiernos aseguran que se aplicará estudiando caso por caso.
Este periódico se ha puesto en contacto con ediles socialistas y populares que relatan, sin desvelar su identidad por motivos de seguridad, su opinión sobre el pase del modelo doble al simple, como se conoce el nuevo sistema de seguridad. Están en desacuerdo tanto con las formas como con el fondo del recorte.
«Me comunicaron mi nueva situación por teléfono desde el propio partido, algo que considero inadmisible y poco serio», afirma una edil socialista de Gipuzkoa que lleva trece años con escolta, «lo que me impide tener una vida privada». «Yo no pienso renunciar al actual modelo doble», asegura. Lo justifica subrayando que «ahora parece que ETA está parada, pero nadie, empezando por Bildu, me asegura nada». «En mi pueblo nos conocemos todos y la presión y el acoso es mucho mayor», recalca.
Señala que a la espera de iniciar este mes su actividad en el Ayuntamiento por ahora todo son dudas. «Si paso a un escolta debería llevarlo en mi vehículo particular, y como yo no conduzco tendría que ir con mi marido al volante», augura. «También podría ir en autobús, pero entonces llamaría más la atención y no tendría ninguna seguridad», denuncia. Esta edil resalta la labor de los guardaespaldas de amenazados por el terrorismo. «No es justo cómo se les está tratando, que se quiera que ahora salgan por la puerta de atrás, con todo lo que han hecho por nosotros estos años», dice.
Fuentes del PSE admiten que existe un gran malestar entre sus cargos públicos y que, ante esta situación, lo que hacen algunos es no llamar al guardaespaldas y salir a la calle sin protección. Este es el caso de un concejal socialista que denuncia que «el cambio del modelo doble al simple se ha hecho de una manera brusca, de la noche a la mañana».
«Sin garantías»
Asegura que a él nadie le ha llamado desde Interior para comunicarle su nueva situación. «No sé en base a qué valoración de riesgos han tomado la decisión. He estado doce años escoltado por miembros de la Guardia Civil, hace unos meses me pusieron dos guardaespaldas privados y ahora me dejan solo con uno», se queja. También remarca que esto se produce «cuando los que tienen que dejar las pistolas no han dicho que vayan a hacerlo». «Además, ¿quién te garantiza que cuatro jóvenes descerebrados no te den una paliza si te ven por la calle?», agrega.
Ahora, este edil lleva al escolta en su vehículo particular o queda con él en un punto de su localidad. «Tengo que salir de casa solo, revisar mi coche yo mismo y desplazarme hasta el lugar de encuentro. Esto genera una situación incómoda para todos». Hay veces que no llamo al guardaespaldas por no molestarle o porque por mi trabajo no me compensa, ya que me desplazo bastante por todo el territorio. Además, tengo que decir que en estas ocasiones a veces me siento más seguro». Muchos cargos públicos del PSE y el PP han señalado en privado que prefieren renunciar a la protección si solo van a tener un escolta.
Desde el PP vasco, un dirigente de Gipuzkoa indica que se trata de un tema «muy sensible». «Hay que estudiar caso por caso, ya que no es lo mismo un concejal de un pueblo del Goierri que otro de Bilbao», afirma. «Si tuviéramos consolidado un escenario de no violencia sería todo diferente, pero no sabemos qué va a pasar en los próximos meses, ya que ETA todavía no ha anunciado oficialmente su disolución».
«El PP puede cambiarlo»
«También puede pasar que el PP gane las elecciones generales del 20 de noviembre y cuando llegue al Gobierno decida que todo vuelva a la situación anterior», subraya. «Nosotros queríamos mantener el modelo doble al menos hasta Navidad, y sobre todo en los pueblos pequeños», añade. A su juicio, «la decisión de Interior se ha llevado a cabo en despachos y es, sobre todo, por cuestiones económicas».
Un edil del PP de Gipuzkoa que lleva catorce años con protección relata que siempre ha tenido dos escoltas con vehículo oficial. «Utilizo mi coche para temas personales o cuando me desplazo con mis dos hijos, que son pequeños y necesitan asientos especiales, mientras que los escoltas me siguen detrás con el suyo».
A la espera de conocer si le afectará el plan de Interior, le asaltan varias preguntas: «¿Si me ponen un solo escolta y sin coche oficial debería llevar al guardaespaldas en mi vehículo particular junto a mis hijos? ¿Qué ocurre si también tengo que llevar a mi esposa, que es asimismo edil del PP, y se puede ver en mi mismo caso? ¿O si tengo que llevar a mi madre o a algún amigo? Con el escolta no entramos todos», se lamenta. «¿Si me vuelvo a comprar una moto, la anterior me prohibieron utilizarla por seguridad y tuve que venderla, debo llevar al escolta de 'paquete', como hace ya un compañero de partido? Yo tengo la tarjeta municipal para alquilar una bicicleta, ¿que hará mi escolta, alquilar otra y seguirme? ¿Es eso seguridad?».
Ante todos estos interrogantes indica que será tarea de Interior solucionarlos. Admite que, al igual que otros ediles de su partido, y también del PSE, se ha llegado a plantear que para tener solo un escolta es mejor no tener ninguno.
No oculta que también puede pasar que compañeros -a todos los nuevos concejales elegidos en mayo se les ha aplicado el modelo simple y se ha retirado la protección a muchos excargos públicos- se sientan discriminados con respecto a los que por ahora mantienen el modelo doble.
«La misma servidumbre»
La reducción de escoltas también ha afectado a la Judicatura vasca. Un juez que tras doce años con guardaespaldas ha pasado al modelo simple asegura que su vida cotidiana «no ha cambiado ni a mejor ni a peor». «Tienes la misma servidumbre de avisar al guardaespaldas sobre lo que vas a hacer y de mantener las medidas de autoprotección», afirma. No oculta que «la calidad del servicio es diferente, ya que antes un escolta subía a casa a recogerte mientras el otro estaba en la calle por si había algo raro».
Este magistrado recalca que «el ambiente en general es mucho más tranquilo. La coyuntura de 2011 no es la misma que la de 2001, cuando ETA asesinó al juez Lidón y comenzaron a ponernos guardaespaldas». Ahora, al tener solo un escolta y sin vehículo oficial, este magistrado lleva a su escolta en su coche particular de copiloto. «Para mí no es una incomodidad, porque me gusta conducir y desplazarme en mi coche. Me mareo menos adelante que atrás», afirma en un intento de quitar hierro a un tema tan delicado. «Mi deseo es que un día venga la Ertzaintza y me comunique: ' señoría, ya no es necesario que lleve escolta'», concluye el juez, al hilo de la esperanza de una paz definitiva en Euskadi.
http://www.diariovasco.com/v/20110905/politica/donde-llevo-escolta-20110905.html
El pase de dos a un escolta obliga a ediles del PSE y PP a modificar su vida cotidiana. Concejales de ambos partidos están en desacuerdo tanto con las formas como con el fondo de una medida «prematura»
¿Dónde llevo al único escolta que me ponen, en mi propio coche o de 'paquete' si voy en moto? Ésta es una de las preguntas que se hacen ediles del PSE y el PP que se verán obligados a adaptar su vida cotidiana si pasan de tener dos guardaespaldas a uno y se les retira el vehículo oficial. Esta medida fue ratificada esta pasada semana por el ministerio y el departamento vasco de Interior, debido a la actual situación de tregua y los más de dos años sin atentados. Los gobiernos aseguran que se aplicará estudiando caso por caso.
Este periódico se ha puesto en contacto con ediles socialistas y populares que relatan, sin desvelar su identidad por motivos de seguridad, su opinión sobre el pase del modelo doble al simple, como se conoce el nuevo sistema de seguridad. Están en desacuerdo tanto con las formas como con el fondo del recorte.
«Me comunicaron mi nueva situación por teléfono desde el propio partido, algo que considero inadmisible y poco serio», afirma una edil socialista de Gipuzkoa que lleva trece años con escolta, «lo que me impide tener una vida privada». «Yo no pienso renunciar al actual modelo doble», asegura. Lo justifica subrayando que «ahora parece que ETA está parada, pero nadie, empezando por Bildu, me asegura nada». «En mi pueblo nos conocemos todos y la presión y el acoso es mucho mayor», recalca.
Señala que a la espera de iniciar este mes su actividad en el Ayuntamiento por ahora todo son dudas. «Si paso a un escolta debería llevarlo en mi vehículo particular, y como yo no conduzco tendría que ir con mi marido al volante», augura. «También podría ir en autobús, pero entonces llamaría más la atención y no tendría ninguna seguridad», denuncia. Esta edil resalta la labor de los guardaespaldas de amenazados por el terrorismo. «No es justo cómo se les está tratando, que se quiera que ahora salgan por la puerta de atrás, con todo lo que han hecho por nosotros estos años», dice.
Fuentes del PSE admiten que existe un gran malestar entre sus cargos públicos y que, ante esta situación, lo que hacen algunos es no llamar al guardaespaldas y salir a la calle sin protección. Este es el caso de un concejal socialista que denuncia que «el cambio del modelo doble al simple se ha hecho de una manera brusca, de la noche a la mañana».
«Sin garantías»
Asegura que a él nadie le ha llamado desde Interior para comunicarle su nueva situación. «No sé en base a qué valoración de riesgos han tomado la decisión. He estado doce años escoltado por miembros de la Guardia Civil, hace unos meses me pusieron dos guardaespaldas privados y ahora me dejan solo con uno», se queja. También remarca que esto se produce «cuando los que tienen que dejar las pistolas no han dicho que vayan a hacerlo». «Además, ¿quién te garantiza que cuatro jóvenes descerebrados no te den una paliza si te ven por la calle?», agrega.
Ahora, este edil lleva al escolta en su vehículo particular o queda con él en un punto de su localidad. «Tengo que salir de casa solo, revisar mi coche yo mismo y desplazarme hasta el lugar de encuentro. Esto genera una situación incómoda para todos». Hay veces que no llamo al guardaespaldas por no molestarle o porque por mi trabajo no me compensa, ya que me desplazo bastante por todo el territorio. Además, tengo que decir que en estas ocasiones a veces me siento más seguro». Muchos cargos públicos del PSE y el PP han señalado en privado que prefieren renunciar a la protección si solo van a tener un escolta.
Desde el PP vasco, un dirigente de Gipuzkoa indica que se trata de un tema «muy sensible». «Hay que estudiar caso por caso, ya que no es lo mismo un concejal de un pueblo del Goierri que otro de Bilbao», afirma. «Si tuviéramos consolidado un escenario de no violencia sería todo diferente, pero no sabemos qué va a pasar en los próximos meses, ya que ETA todavía no ha anunciado oficialmente su disolución».
«El PP puede cambiarlo»
«También puede pasar que el PP gane las elecciones generales del 20 de noviembre y cuando llegue al Gobierno decida que todo vuelva a la situación anterior», subraya. «Nosotros queríamos mantener el modelo doble al menos hasta Navidad, y sobre todo en los pueblos pequeños», añade. A su juicio, «la decisión de Interior se ha llevado a cabo en despachos y es, sobre todo, por cuestiones económicas».
Un edil del PP de Gipuzkoa que lleva catorce años con protección relata que siempre ha tenido dos escoltas con vehículo oficial. «Utilizo mi coche para temas personales o cuando me desplazo con mis dos hijos, que son pequeños y necesitan asientos especiales, mientras que los escoltas me siguen detrás con el suyo».
A la espera de conocer si le afectará el plan de Interior, le asaltan varias preguntas: «¿Si me ponen un solo escolta y sin coche oficial debería llevar al guardaespaldas en mi vehículo particular junto a mis hijos? ¿Qué ocurre si también tengo que llevar a mi esposa, que es asimismo edil del PP, y se puede ver en mi mismo caso? ¿O si tengo que llevar a mi madre o a algún amigo? Con el escolta no entramos todos», se lamenta. «¿Si me vuelvo a comprar una moto, la anterior me prohibieron utilizarla por seguridad y tuve que venderla, debo llevar al escolta de 'paquete', como hace ya un compañero de partido? Yo tengo la tarjeta municipal para alquilar una bicicleta, ¿que hará mi escolta, alquilar otra y seguirme? ¿Es eso seguridad?».
Ante todos estos interrogantes indica que será tarea de Interior solucionarlos. Admite que, al igual que otros ediles de su partido, y también del PSE, se ha llegado a plantear que para tener solo un escolta es mejor no tener ninguno.
No oculta que también puede pasar que compañeros -a todos los nuevos concejales elegidos en mayo se les ha aplicado el modelo simple y se ha retirado la protección a muchos excargos públicos- se sientan discriminados con respecto a los que por ahora mantienen el modelo doble.
«La misma servidumbre»
La reducción de escoltas también ha afectado a la Judicatura vasca. Un juez que tras doce años con guardaespaldas ha pasado al modelo simple asegura que su vida cotidiana «no ha cambiado ni a mejor ni a peor». «Tienes la misma servidumbre de avisar al guardaespaldas sobre lo que vas a hacer y de mantener las medidas de autoprotección», afirma. No oculta que «la calidad del servicio es diferente, ya que antes un escolta subía a casa a recogerte mientras el otro estaba en la calle por si había algo raro».
Este magistrado recalca que «el ambiente en general es mucho más tranquilo. La coyuntura de 2011 no es la misma que la de 2001, cuando ETA asesinó al juez Lidón y comenzaron a ponernos guardaespaldas». Ahora, al tener solo un escolta y sin vehículo oficial, este magistrado lleva a su escolta en su coche particular de copiloto. «Para mí no es una incomodidad, porque me gusta conducir y desplazarme en mi coche. Me mareo menos adelante que atrás», afirma en un intento de quitar hierro a un tema tan delicado. «Mi deseo es que un día venga la Ertzaintza y me comunique: ' señoría, ya no es necesario que lleve escolta'», concluye el juez, al hilo de la esperanza de una paz definitiva en Euskadi.
http://www.diariovasco.com/v/20110905/politica/donde-llevo-escolta-20110905.html
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